Perdidos
Hoy nos hemos levantado con ganas de aventura y de perdernos un poco por Moscú. Gracias a Phoebe Taplin lo hemos conseguido.
En el paseo que hemos elegido hoy, Phoebe nos invitaba a pasear por Bitsevsky Park,donde entre 1992 y 2006 un asesino en serie mató alrededor de 50 personas. Este asesino, llamado Alexander Pichushkin, era conocido con el sobrenombre de «el asesino del tablero de ajedrez» porque declaró que quería matar a tantas personas como casillas había en este tablero. Más tarde desmintió su declaración y afirmó que después de llegar a ese número hubiera seguido matando igualmente.
Durante el período entre 1992 y 2006 la gente no se atrevía a pasear tan libremente por BitsevskyPark y a perderse entre sus caminos como nosotros hemos hecho hoy. ¡Qué pena!, el paisaje es verdaderamente maravilloso y durante el recorrido no nos hemos acordado ni un solo momento de estas historias macabras que habíamos leído antes…
Nos hemos bajado en la estación de metro Chertanovskaya (naranja-sur) y después de caminar algunos kilómetros hemos llegado a la entrada de Bitsevsky Park, uno de los parques naturales más grandes de Moscú. Descifrar las indicaciones de la guía de Phoebe Taplin ha sido realmente difícil esta vez, bastante más que otras. Por el hecho de que el paseo transcurría básicamente a través el bosque, los puntos de referencia elegidos por la autora de la guía eran vagos y poco claros, así que era bastante complicado orientarse. De hecho,nos hemos sentido bastante perdidos en muchos momentos del paseo pero, al final, lo hemos conseguido. Según Phoebe Taplin el paseo duraba 9 km, pero con tanto perdernos estoy segura de que nuestro recorrido ha sido bastante más largo: hemos tenido que avanzar y retroceder y cambiar de camino varias veces.
El parque empieza con un estrecho pero largo camino entre plantas bastante altas y repletas de flores blancas (ver la primera foto) y después de seguir este camino durante un par de kilómetros nos adentramos en la espesura del bosque (siempre sin saber muy bien si nuestros pasos eran correctos) pero siguiendo un camino más ancho y asfaltado por el que pasaba bastante gente: ancianos, gente en bicicleta, familias con niños… Hemos seguido este camino durante algunos kilómetros y al llegar al final se salía del parque natural. Eso no era lo que la guía indicaba así que, sin tener la certeza de estar en el lugar correcto, hemos retrocedido un poco y en cierto punto hemos girado a la derecha. Efectivamente, y debo decir que por pura casualidad, hemos llegado al lugar descrito en la guía: una explanada con un parque infantil y algunas mesas de picnic, donde hemos aprovechado para descansar un rato y comer algo que habíamos llevado.
Al continuar el recorrido después de comer hemos vuelto a perdernos de nuevo y ha empezado nuestra pequeña odisea: hemos caminado entre caminos sombríos rodeados de altísimos árboles donde apenas se veía a nadie y no teníamos ningún punto de referencia. En cierto momento, después de 40 minutos caminado no se sabe por dónde, hemos entrevisto algo al final del camino. Más allá de los árboles parecía que el color del horizonte era distinto, parecía que el bosque se abría a la civilización y que, por fin, habíamos llegado a la salida. Al aproximarnos a ese lugar donde los colores del paisaje cambiaban, comprobamos que el suelo se hacía más húmedo y resbaladizo. Lo que antes nos parecía un claro lleno de luz ahora nos parecía el desierto. Nos acercamos más. Un hombre vestido de obrero con un chaleco naranja reflectante y guantes de trabajo salió de entre unos árboles. Nos acercamos más. Aquella mancha de luz que habíamos vislumbrado a lo lejos se había convertido en una montaña de tierra, una excavadora y otras máquinas de trabajo y…un lugar intransitable. Parecía que estabamos atrapados en un callejón sin salida. Desconcertados nos paramos a mirar de nuevo la inútil guía cuando, de pronto, el trabajador que había salido de entre los árboles nos indicó que podíamos salir de ahí pasando a través de su obra, encima de aquel montón de tierra y cerca de la excavadora. Le dimos las gracias y le hicimos caso. Estábamos perplejos y no sabíamos si debíamos hacerle caso o no pero, ¿qué otra cosa podíamos hacer?
Cuando seguíamos caminando entre los trabajadores por aquel montón de tierra y barro otro trabajador nos siguió y se ofreció amablemente a acompañarnos hasta la salida. Nos explicó que él tenía que ir para allá igualmente. En el transcurso nos preguntó de dónde somos («si no es un secreto», añadió) y a qué nos dedicamos y él nos contó que es de Bielorrusia. Era un hombre alto y delgado, con la piel tostada por el sol y un bigote rubio. Era risueño y hablaba muy rápido, por eso era un poco difícil comprenderle, además usaba diminutivos para todo («buena suertecita!»), pero ha sido muy amable con nosotros. A la salida de aquellas obras en el bosque (¿qué demonios estarían haciendo?) hemos llegado a terreno seguro: estábamos cerca del mercado que, según la guía, estaba muy cerca de la estación de metro Novoyasenevskaya.
¡Por fin! En realidad habíamos seguido el camino más o menos correcto, solo que en la guía obviamente no estaban previstas esas obras en medio del percurso. ¡Qué bien sentirse de vuelta a la ciudad, con la seguridad de estar sobre la dirección correcta…y cerca del metro!
Al llegar a casa y buscar en wikipedia un poco de información sobre este parque hemos sentido un escalofrío de terror al leer que – qué casualidad – Pichushkin fue detenido tal día como hoy, 15 de junio!, de 2006.
un relato fabuloso sobre todo a mi me a puesto los pelos de punta me e metido tanto en la lectura que parecía que era yo el que estaba perdido la verdad que como se dice en mi pueblo tenéis mas valor que el guerra,
los bosques se ben muy bonitos y al finar parece que mereció la pena el perderse un poco (bueno) bastante aun que yo prefiero los sitios mas habitados x.O.
Vaya! De verdad he conseguido ponerte los pelos de punta? 😉 Valor? Noooo, si es un sitio donde va a pasear mucha gente, solo que es tan grande que puedes pasarte un buen rato sin ver a nadie. Pero como tú dices, mereció mucho la pena. La naturaleza de Moscú en primavera también es impresionante, ¿verdad?
Besos!!
Ostres, tantes i tantes imatges que tenim de NY i tan poques de Moscú, almenys dins la meva ment. Per mi aquesta ciutat és una gran desconeguda. Fixa’t, he mirat wikipedia i té 11 milions d’habitats en 2500 km2 contra els 8,4 milions d’habitants en 830 km2 que té NY. Impressionant!!!Seria ser con un Central Park, no?
Bé, sort que sempre hi ha gent amable pel món i no tot són assessins en serie, jeje!
Moltes gràcies, una crònica molt bonica i extensa. Ja en conec una mica més!!!
Gràcies per passar-te i comentar, Gemma! Doncs l’equivalent de Central Park a Moscou seria més aviat aquest altre parc, Gorki Park: https://nyuans.wordpress.com/2013/05/15/dias-de-verano/
Però una cosa que m’encanta de Moscou contra qualsevol altra gran ciutat és que està pleníssim de zones verdes gegants i moltes vegades bastant salvatges, com el parc que vam visitar ahir.
A veure si t’animes a visitar aquesta ciutat alguna vegada, perquè val la pena 🙂
Moltes gràcies, ja m’agradaria, ja. Temps al temps. Ara miraré l’enllaç.
Pel que fa a la crema de carbassa i llenties crec que pot ser la carbassa el que la fa tan fina. Pots provar amb pastanaga, a veure què tal.
I referent a París a mi també em va passar el mateix. Hi vaig anar per primera vegada crec el 1995 i llavors no em va entusiasmar, em va quedar un regust agredolç d’aquella ciutat que tothom en deia meravelles, però aquesta darrera vegada, ara fa un any, em va fascinar, enamorar. París és una ciutat que no te l’acabes, que pot arribar a estressar una mica si vols veure masses coses i una mica difícil de pair, les coses estan molt lluny les unes de les altres. També penso que cal a dir que la situació de llavors amb la de l’any passar era diferent. El 1995 vam anar a portar una neboda a Disney i vam fer una visita de dos dies a la ciutat, en canvi l’any passat vaig estar amb els meus fills 5 dies a la ciutat, res més, res de parcs, 5 dies de passejades i deixar-se portar, sense preses. Un viatge també molt carregat d’emocions, cal a dir-ho. Va quedar molt per veure, així que cal tornar-hi, jeje!
Gràcies i que passis molt bona setmana!
Visca la primavera i visca el bon temps!!! quina excursioneta més xula i més «arriscada» no? jejejeje…fa una setmana q hem marxat de Moscou i ja l’enyorem, sniiiiiiiif! Volem una micona de sol rus a Londres…molts petons! Fes una escapadeta al Gorky per nosaltres 😉